Emprender el camino de crecimiento; ¿sola o acompañada?
Muchas veces la decisión de emprender nuestro camino de Desarrollo Personal es algo que queremos compartir, a la pareja, a la familia o a las amigas. Y esto pasa simplemente, porque queremos lo mejor para ellas, porque es algo que nos está resultando beneficioso de hacer, o porque queremos compartir los aprendizajes. Pero el desarrollo personal, ¡es muy particular! y como dice Bucay:
“Nadie puede saberlo por ti.
Nadie puede crecer por ti.
Nadie puede buscar por ti.
Nadie puede hacer por ti lo que tú misma debes hacer.
Tu existencia no admite representantes”.
El desarrollo personal es un proceso de aprendizaje, es un camino de autoconocimiento y descubrimiento, que va a llevarte a saber manejar tus emociones, identificar tus habilidades, tus fortalezas, también los recursos con los que cuentas y los obstáculos, específicamente mentales y emocionales. El camino de autoconocimiento es un evento que transcurre entre preguntas y respuestas, entre lágrimas y risas, presente y pasado, la niña que fuiste y quién eres hoy, para llevarte casi siempre al descubrimiento de tu dimensión espiritual.
Querer saber ¿quién eres? y ¿para qué estás aquí en este mundo?, ¿cómo te ves dentro de algunos años?, ¿qué es lo que has logrado?, ¿cuáles son los valores que te mueven? descubrir tus motivaciones. ¿Que andas arrastrando de tu pasado que te impide crecer?, ¿porque tienes miedos y cómo superarlos?, ¿cuál es, o cuál quieres que sea tu misión en la vida?. Como decía el gran filósofo Aristóteles, “somos seres en potencia” y las posibilidades de ser y estar, después de avanzar en tu desarrollo personal son infinitas, las vas a ir descubriendo y es muy posible, que dentro de estos descubrimientos también sueltes cosas, personas, hábitos, relaciones y amistades.
El desarrollo personal se puede metaforizar como una serie de escalones, en donde subir te lleva a la realización personal, y cada escalón representan los avances del aprendizaje personal. Ahí te vas a encontrar con distintas personas; unas caminando lento, otras de prisa, otras escalones más arriba y otras pensándola para iniciar. Personas a las que a ti te gustaría invitar y que tal vez inicien contigo, pero después se cansen, o simplemente se sientan a esperar respuestas, otras se quedan atrapadas en algún escalón del pasado y tú quieres avanzar más, pero estas personas tal vez no puedan, no quieran, o no tienen interés. ¡Esto es normal! si consideras, que las personas somos distintas y tenemos distintos procesos de asimilación, distintas motivaciones, intereses, y a unas personas les resulta más difícil que a ti, por sus propias circunstancias.
Lo que sí es importante, es darte cuenta que el trabajo personal siempre es particular e individual, porque está condicionado por tus propias preguntas personales y por ende las respuestas son distintas porque serán las que tu particular Ser necesita.
Y sí, habrá ocasiones en que podrás coincidir en experiencias, talleres y aprendizajes, con seres a quienes quieres, también podrás compartir tus aprendizajes cuando tú estás cambiando las maneras de relacionarte, pero tu desarrollo personal, no lo detengas nunca, porque alguien a tu lado no quiera, no pueda, o no le interese.
El proceso de desarrollo personal, es un proceso de años de descubrimientos, esperar que otras personas quieran avanzar igual que tú, es pensar románticamente, porque en la vida, cada quien tiene sus propios ritmos, sus propias maneras y parte del desarrollo personal es darte cuenta de ello. Hay momentos en que tú estás lista y tendrás que caminar sola, habrá momentos en que otras personas también te inviten a ti, y tú no estés lista para continuar.
Así que, emprender el camino del auto-descubrimiento sola o acompañada, que sea sólo una coincidencia, o una decisión compartida. Cuando sientas que ya te llego la hora de atender lo tuyo, que sientas que te has detenido en tu vida y que tienes que tomar nuevas direcciones, decisiones, hacer cambios, transformar lo que hay o aprender a soltar algo, déjate llevar por tu intuición, déjate llevar por tu sabia interior y considera ir a terapia, para que camines con pasos claros y precisos, hacia lo que será ¡la mejor versión de ti!
Martha Verdugo
