¿Son nuestros sentimientos buenos y malos?

Una de las grandes creencias que tenemos con respecto a los sentimientos es que los definimos como “buenos“ unos y “malos” otros. ¡Esta creencia es falsa! y hace que confundas, escondas o invalides tus sentimientos y en ocasiones hasta los sentimientos de los demás!

¿Son los sentimientos buenos y malos? Te tengo una buena noticia, Nuestros sentimientos no son buenos o malos, sólo son sentimientos y hay que aceptarlos porque son nuestras sensaciones y emociones. Lo que hagas con tus sentimientos y cómo los manejes será la diferencia que te ponga en una situación o con una sensación positiva o negativa para ti y para los demás.

En este artículo te hablaré de los sentimientos, la forma en que socialmente los hemos clasificado y como te afecta esta creencia, ¡porque así es!, es sólo una creencia. También te daré algunas estrategias básicas para el manejo de tus sentimientos y de cómo podrías ser empática con los sentimientos de los demás. ¿Lista para ser mejor en esta área de tu vida?  Los cambios pequeños también cuentan, ¡empecemos!

Nuestros sentimientos no son buenos o malos, son sólo sentimientos y hay que aceptarlos porque son nuestras sensaciones y emociones

Lamentablemente en la escuela, nos enseñan muchos datos, muchos aprendizajes muy valiosos para el trabajo, casi todos con referencia al desarrollo de habilidades cognitivas o laborales. Pero pocos son los aprendizajes que nos hablen sobre nosotras como personas, que nos ayuden a estar en armonía con nuestros sentimientos, es decir, pocas veces se nos enseña habilidades socio-emocionales.

¿Y que son las habilidades socio-emocionales? Las habilidades emocionales es nuestra inteligencia emocional (IE) y se refiere a la capacidad de: reconocer, entender y manejar nuestras propias emociones y reconocer, entender e influir en las emociones de los demás. ¿Quieres más información sobre inteligencia emocional? Aquí esta un link interesante: https://www.psicoactiva.com/blog/la-inteligencia-emocional/.

Cómo hemos creído, que hay sentimientos buenos (amor, amistad, alegría, ternura, compasión, felicidad) y sentimientos malos (frustración, odio, tristeza, repudio, envidia, resentimiento) y no queremos ser consideradas unas personas con malos sentimientos, lo que hacemos con ellos es esconderlos incluso de nosotras mismas. Así que,  solamente solemos compartir los sentimientos que hemos catalogado como buenos, pero pocas veces manifestamos o compartimos  los “otros” sentimientos, para no ser juzgadas y también porque ésta misma creencia hace que la gente no sepa que hacer ante alguien que los manifiesta. Por ejemplo: hay mucha gente a la que no le gusta ir a los velorios, porque no sabe que hacer con su tristeza y mucho menos que hacer con la tristeza de los demás, no sabe como actuar, que decir, y que sería lo correcto.  

...lo que hacemos con ellos es esconderlos incluso de nosotras  mismas.

Y sucede que cuando alguien nos habla de un sentimiento que nos incomoda, porque no sabemos que hacer con el, o porque lo consideramos “malo”, tratamos de cambiarlo por uno ¨bueno” diciendo cosas como: No te sientas mal. Está muy bonito el día para que lo desperdicies sintiendote así. Yo te quiero mucho. Mañana será otro día. Deberías de estar agradecida. Te vez muy fea llorando. No es bueno sentir eso. No lo tomes a pecho. Toma las palabras de quién vienen, etc., etc., etc.. ¡Hacemos cualquier cosa por cambiarlo! . Y eso probablemente te haga sentir muy frustrada, porque te hace sentir, incomprendida, que se descalifica lo que dices o que esta mal, lo que estas sintiendo y no es así!

Y no es porque se tengan malas intenciones, es sólo que no sabemos que hacer con “ese” sentimiento y queremos cambiarlo por otro que consideramos “mejor”. Además, quién quiere ver a alguien que amamos sufrir?

Esta falta de expresión de nuestros sentimientos, nos vuelve deshonestas con nosotras mismas, ya que acabamos ocultándolos tan bien, que se vuelven una mascara que terminamos creyendo y nos empezamos a mentir sobre nuestros propios sentimientos.  Pero los sentimientos no desaparecen, solo están escondidos, reprimidos y no reconocerlos nos puede llevar a afectar nuestro físico a través de enfermedades- dolores de cabeza, gastritis, dolor en el pecho e incluso, taquicardias y mentalmente a través de sentirnos confundidas, reprimidas y frustradas.  

Por ello, uno de los primeros pasos al encuentro de nuestro empoderamiento interior es ser capaces de compartir y expresar de manera honesta nuestros sentimientos. Para expresarlos es necesario identificarlos, saberlos nombrar. Y una vez nombrados, es entonces que podemos decidir que vamos a hacer con éste sentimiento. Como te comentaba, estar en manos de un sentimiento y no saberlo controlar, eso si puede ser negativo, pero tener nuestro sentimiento en las manos, reconocerlo y vivirlo, nos lleva a tomar la decisión de que hacer al respecto. Y esta sencilla situación nos cambia del todo el panorama.

Todo es práctica, y todas podemos aprender cosas nuevas todo el tiempo. Con estos 5 sencillos pasos vamos a iniciar nuestro darnos cuenta de lo que sentimos:

• 1.Las emociones  se sienten en el cuerpo
• 2. Busca el nombre adecuado para lo que estás sintiendo:  aquí te pongo una lista de emociones que te ayuden a aclarar tu sentimiento.

• 3. Ahora que has identificado tu sentimiento. Pregúntate que te ha hecho sentir así. Y trata de validar ese sentimiento.
• 4. ¿Qué vas a hacer con tu sentimiento? RELAJARTE
• 5. Vas a elegir cómo lo manejas.

Recuerda que el sentimiento es tuyo y es válido para ti sentirlo, esto no significa que necesariamente otras personas lo comparten o estén de acuerdo y se sienten igual que tú.  Otras veces tal vez si y podrán recibir tu sentimiento y validarlo siendo empáticos. Lo importante para ti es reconocerlo.

Por ejemplo:

1. Siento: Estoy enojada.
2. Identifico: Siento que estoy muy enojada
3. Por qué: porque me molesta que hayan llegado tarde a la cita. No me gusta que me hagan esperar.
4. Acción 1:. Tomo aire, lo retengo, lo suelto despacito, hacer 3 veces y me calmo  (ésta acción nunca falla!)
5. Acción 2: Comunico: Me gustaría mucho que la próxima vez me avises que llegarás tarde.

Por otro lado, validar los sentimiento de los demás hará maravillas, porque son pocas las personas que no intentan cambiar los sentimientos, por la creencia que les mencione, pero ahora que has aprendido, estarás más atenta y podrás validar los sentimientos de los demás. Te sorprenderás de las reacciones que las personas tienen cuando alguien los recibe con sus sentimientos, independientemente de cuales sean.

Puedes:

• Escuchar con atención
• Aceptar el sentimiento con un : “oh”, “ya veo” “mm mm”
• Tratar de darle un nombre al sentimiento: Eso que escuche se oye de lo más frustrante. Parece que te han hecho enojar mucho. Eso es muy triste.
• Empatizar: Si yo estuviera en tu lugar, también estaría muy triste. Por lo que me cuentas, has de estar muy frustrada. A mi también me molesta que lleguen tarde. Yo también he sentido envidia  

Sentirte comprendida y dejar que el sentimiento sea recibido, te permite relajar y pensar que hacer, organizar tus  ideas lo cuál hace más fácil manejar la emoción y pasar a la acción siguiente.

Ahora, a practicar y practicar, hasta que se forme un hábito hermoso, el hábito de respetar los sentimientos tuyos y ajenos.

Espero que este artículo te haya ayudado a dejar más claro que tus sentimientos no son buenos ni malos, sólo son sentimientos, son tuyos y son tu, y por ello importantes. Además, nunca es tarde para aprender a reconocerlos y validarlos y a ser un poco más empática con los sentimientos de los demás.

Me encantaría tener tus comentarios y saber de tus avances.Si te gusto este artículo ¡compártelo! te lo agradeceré mucho.

Siempre en contacto

Martha Verdugo

Si quieres más información, para el manejo de los sentimientos, te recomiendo un libro buenísimo: Cómo hablar para que los niños escuchen y cómo escuchar para que los niños hablen de Adele Faben y Elaine Mazlish.